En el
aprendizaje del adulto mayor se debe tener en cuenta, que el anciano necesita
más tiempo. El aprendizaje en esta etapa debe individualizarse para lograr su
objetivo ya que los adultos mayores presentan limitaciones intelectuales. Su
inteligencia es cristalizada y no fluida, por lo cual varía su forma de
aprender, se ha probado que con ejercitación se puede aprender en esta etapa de
la vida.
La memoria a
corto plazo está afectada, la memoria de fijación se manifiesta por ser un
problema de entrenamiento, si se deja de conversar, de leer, y de hacer valoraciones porque ha dejado la vida productiva
se convierte en un individuo jubilado que se aísla.
La velocidad
se muestra diferente debido a su declinación; es la motivación la
característica principal del aprendizaje para este grupo de edades. En el caso
del adulto mayor , se expresa su deseo de hacer y de reinsertarse en la
sociedad, el mismo se incentiva fuertemente con cada tarea, y para ello
potencia lo afectivo.
En la esfera
motivacional afectiva se establecen regularidades, en tanto la personalidad del
adulto mayor es el resultado de las experiencias vividas por cada sujeto en
particular en los períodos anteriores de su ciclo vital, no obstante es posible
señalar algunas consideraciones al respecto:
§ Las necesidades de los adultos mayores están expresadas
en el saber distinguir entre lo esencial y lo superfluo, y tener en cuenta sus
condiciones de existencia como una necesidad, lo cual les permite evitar las
frustraciones.
§ En el adulto mayor los intereses, así como las
aspiraciones se pueden ver disminuidas a causa de la relatividad de la
proyección futura de este sujeto, dada su edad. En cada persona los efectos de
la limitación futura se manifiestan de diferente manera, una gran parte de los
adultos se deprimen por el límite de tiempo con que cuentan, mientras un
significativo grupo presenta planes a largo plazo, y otro considera que su
futuro se enmarca en un estrecho margen de tiempo y debe revertirse con
apresuramiento de tareas y metas de carácter inmediato.
§ Es indiscutible que la autovaloración y por consiguiente
la autoestima, considerada como la imagen que se tiene de sí mismo, dependen en
cada adulto mayor del modelo de envejecimiento que éste asume, o le transfiera
su medio familiar y social. Ese modelo de envejecimiento puede ser de deterioro
o de desarrollo, y a ello puede contribuir la educación.
El adulto
mayor se caracteriza por tener un nivel escolar adecuado que le permite
entender los cambios y transformaciones que se producen en el medio
circundante. Él se desarrolla dentro del reto de la sociedad de incrementar
la esperanza de vida a ochenta años, y alcanzarla con calidad de vida,
expresada en cómo vive esa persona de la tercera edad.
En la actualidad
se aprecia gran cantidad de adultos mayores que siendo jubilados, tienen frente
a ellos casi una tercera parte de su vida por vivir. Necesitan, reclaman, y
buscan espacios de aprendizaje, de actividad para seguir insertos en la
sociedad.
La educación
debe ser derecho de todos los ciudadanos, sin distinción de edad, y para el
adulto mayor este derecho tiene una significación especial, ya que representa
una oportunidad de actualización, participación social y reafirmación de sus
potencialidades. Para las personas de la tercera edad la
educación puede contribuir al desarrollo de una cultura del envejecimiento y
elevación de la calidad de vida expresada en mayores estándares de salud,
felicidad y bienestar. La educación de estas personas, tiene sus antecedentes
en la formación de adultos, a la que múltiples autores han intentado
conceptualizar como una ciencia, con una historia y desarrollo propio.

No hay comentarios:
Publicar un comentario