1.3 FACTOR
EMOCIONAL : La jubilación, además de ser un símbolo de
disminución de ingresos, produce un aislamiento progresivo de la persona por
pérdida de compañeros de trabajo, lo que se traduce en aburrimiento y en
sensación de inutilidad frente a la sociedad. Ello influye en la autoestima.
También se inicia el desaparecimiento de los
amigos, familiares e hijos, éstos últimos por iniciar una nueva familia. La
presencia de enfermedades y/o accidentes que limiten el bienestar físico, los
trastornos en su actividad social que lo aíslan, afectan su autoestima y la
necesidad que posee toda persona de sentirse amada y considerada, alteran el
bienestar emocional, que es fundamental en la vida humana.
El equilibrio positivo en estos tres aspectos
de la vida hace que una persona adulta mayor sea un individuo activo,
participativo, feliz, satisfecho de la vida y con ansias de contribuir en las
actividades de la sociedad no de ser un anciano sin ganas de vivir (insatisfecho).
El ser humano debe conocer oportunamente esta realidad para prepararse a enfrentar esta etapa de su vida y a prevenir las situaciones que podrán influir negativamente en su futuro.
El ser humano debe conocer oportunamente esta realidad para prepararse a enfrentar esta etapa de su vida y a prevenir las situaciones que podrán influir negativamente en su futuro.
Debemos recordar que vejez no necesariamente
significa enfermedad. Debemos prevenir esta situación. Debemos agregar años a
la vida y no vida a los años.
Los estados emocionales son, pues, estados anímicos que manifiestan una
gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un torbellino de
comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes.
Estas se conciben como un comportamiento que
puede ser originado por causas externas e internas; que puede persistir,
incluso, una vez que ha desaparecido el estímulo y que acompaña necesariamente,
en mayor o menor grado, toda conducta motivada.
Se puede decir, que las emociones no son
entidades psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos
fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación
polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación
Las emociones como los motivos pueden generar una cadena compleja de
conducta que va más allá de la simple aproximación o evitación.
Las emociones pueden agruparse, en términos generales, de
acuerdo con la forma en que afectan nuestra conducta: si nos motivan a
aproximarse o evitar algo.
¿Cuántas emociones diferentes existen?
Robert Plutchik, quien identificó y clasificó las
emociones en el 1980, propuso que los animales y los
seres humanos experimentan 8 categorías básicas de emociones que motivan varias
clases de conducta adoptiva.
Temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, esperanza,
alegría y aceptación; cada una de estas nos ayudan a adaptarnos a las demandas
de nuestro ambiente aunque
de diferentes maneras.
Según Plutchik, las diferentes emociones se pueden
combinar para producir un rango de experiencias aún más amplio. La esperanza y
la alegría, combinadas se convierten en optimismo; la alegría y la aceptación
nos hacen sentir cariño; el desengaño es una mezcla de sorpresa y tristeza.
Estas emociones varían en intensidad, la ira, por
ejemplo, es menos intensa que la furia, y el enfado es aún menos intenso que la
ira.
La intensidad emocional varía en un individuo a
otro. En un extremo se encuentran las personas experimentan una intensa alegría
y en el otro extremo están los que parecen carecer de sentimientos, incluso en
las circunstancias más difíciles.
Entre más intensa sea la emoción, más motivara la
conducta. Las emociones varían según la intensidad dentro de cada categoría y
este hecho amplía mucho el rango de emociones que experimentamos.
Las emociones van acompañadas de diversas expresiones del cuerpo, existen una serie de reacciones emocionales que pueden ser llamadas sociales, porque en la producción de las mismas intervienen personas o situaciones sociales. Estas emociones sociales son:
-Temor: se produce como reacción ante la llegada rápida,
intensa e inesperada de una situación que perturba nuestra costumbre.
-Emociones agradables: existen una serie de emociones
sociales que tienen el carácter de
ser agradables y liberadoras de tensión y excitación en las personas. Estas
son: gozo, júbilo, amor y
risa.
Los estados emocionales, es decir, los sentimientos
dependen tanto de la actividad fisiológica, como del estado cognitivo
del sujeto ante tal activación.
La frustración se produce cuando aparece una barrera o
interferencia invencible en la consecución de una meta o motivación.
La frustración y los conflictos son un quehacer ordinario
de nuestras vidas. Ellos no sólo interactúan entre sí, sino que viene hacer una
de las fuentes más
importantes del comportamiento humano. Y de tal modo, que la manera como el
individuo los resuelva, dependerá, en gran medida su salud mental.
En primer lugar, tenemos las frustraciones de origen
externo, que pueden ser "físicas", como la imposibilidad de encender
el carro antes de salir del trabajo, y "sociales", como la falta de dinero para
llevar a una fiesta a una amiga, o las negativas de la misma a acompañarnos.
En segundo lugar, tenemos frustraciones de origen
interno: que son, entre otras, la inadaptación emocional y la falta de tolerancia a las
mismas. De este modo el logro y el fracaso, así como la dependencia e independencia, son las principales fuentes internas de frustración y
de acción.
La repetición de la frustración tiende a desarrollar la
distancia entre su causa y la reacción; y puede llegar el momento en que se ha
perdido la noción del origen dela frustración.
Con relación a los conflictos pueden considerarse de cuatro
tipos.
a.
Cuando la elección debe ser hecha entre
varias alternativas agradables, como la elección de carrera.
b.
Cuando la elección debe hacerse ante un solo
camino, cuyo recorrido deseamos o no deseamos.
c.
Un tercer tipo de conflictos se da cuando se
representan dos metas a elegir, pero una de ella es desechada pero no todo.
d.
Existe un cuarto tipo de conflicto, que sucede cuando debe hacerse una elección entre dos
cosas malas.
Si el conflicto es grave y prolongado puede acabar
creando en nosotros no sólo una gran tensión, sino también puede quebrar o
trastornar nuestra salud mental.
Las emociones en sus aspectos internos son bien difíciles
de controlar. En cambio, en sus aspectos externos son más fáciles de lograr.
El mundo de las emociones ha sido considerado siempre
conflictivo, porque crea dos tipos de problemas: el conflicto del predominio entre ellos y la
discordancia de ellos y la razón.
Algunos consejos para aprender a controlar las emociones:
a.
Mantener una apariencia tranquila ante los
estímulos que nos provocan temor.
c. Procurar ajustar los estímulos excitativos de las emociones a las condiciones de tolerancia de nuestro organismo.
d.
Aclarar cada día nuestros pensamientos.
e.
Aprender a proyectar a nuestra mente a situaciones
nuevas, comparando las mismas con otras experiencias.
f.
Hacer comparaciones con las diferentes
situaciones.

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